El 28 de julio de 2020, recibí un mensaje de un amigo que vive en Barcelona, Norberto, que me decía:
-Hoy estuve pensando todo el día en una canción, no recuerdo cómo se llama, pero la letra es:
-“Buenas y malas son… “
-Si, hermosa canción de Vox Dei, contesté.
Y quizás por darle una sorpresa a él o quizás para darme la sorpresa a mí mismo, me propuse ver si la podía grabar.
Lo hice y luego, por gusto, pensé:
- ¿Y si grabo otra canción de La Biblia?
Bueno, vamos de arriba pensé, y grabé Genesis. Me gustó tanto que, en el transcurso de dos horas, ya había grabado génesis y estaba arrancando la maqueta de Moisés.
¿Podría grabar todo el disco? Me pregunté ¿Por qué no?
Y así arrancó esta aventura a saber: Grabar La Biblia de Vox Dei, pero con instrumentos acústicos… una biblia con guitarra criolla.
La Biblia Folk.
Y así fue que, aprovechando la cuarentena, me quedé hasta largas horas de la noche, grabando y granando… y gracias al apoyo de mi compañera y al silencio que hicieron mis hijos, pude ir grabando las voces y armando la obra como si se tratase de un rompecabezas.
Que hermosa que es la música. Jugar con ella… sacar los acordes, armar… buscar las tonalidades… pensar los arreglos y escucharlos a ellos en el disco original.
En el transcurso de 15 días, ya tenía casi toda la obra grabada.
Claro, después de trabajar y trabajar uno va perdiendo objetividad, entonces me comencé a conectar con amigos músicos y otros que no lo son, pero aman la música, y no solo festejaron el proyecto si no que algunos se ofrecieron para tocar.
La música es ese lugar de encuentro donde todos pueden hablar a la vez y entenderse… así que compartir este proyecto con amigos de la vida, no solo es un placer, sino que además es un orgullo.
En el marco de los 50 años de la edición original de La Biblia de Vox Dei, quiero agradecer primeramente a mi amigo Norberto Fentanes que fue el que dio el puntapié. A Alejandra que me hizo el aguante y a mis hijos que hicieron silencio cada vez que se encendió el micrófono.
A Franco Colautti que fue el primero en ofrecer su guitarra y terminó grabando guitarrón, contrabajo sintético, mandolina, guitarra de doce cuerdas y hasta un coro en Moisés. También a Ramiro “Pájaro” Eraso por su guitarra apocalíptica y a Sergio Álvarez por su guitarra guerrera en modo arábico.
A Martin Risso por la trompeta en Apocalipsis
A Bonzo Morelli y Osvaldo La Barbera por los consejos. A Pablo Calzolari, Raúl Fentanes y a Marcelo Casciarelli por escuchar y devolver tan gentilmente las criticas necesarias para mejorar. A Ariel Serafini, Ariel Zappa, Guillermo Calluzo, Ariel Mamani y a Guillermo Almada por sus orejas infalibles. Por último, a Simón y Willy Quiroga por bendecir este trabajo.